sábado, 26 de febrero de 2011

DESASTRE (II)

Acassuso 2 - ALMAGRO 2

El tricolor jugó un primer tiempo hermoso y una segunda etapa desastrosa. Ganaba 2 a 0 tranquilo y se floreaba con un Figueroa impecable. Pero en el segundo tiempo se tiró muy atrás, Méndez re
alizo cambiós inentendibles que provocaron la debacle del equipo. Almagro terminó pidiendo la hora y tal vez mereció perder. El título es dedicado a Irribarren.Tarde de sol. Almagro ganaba dos a cero tranquilo. Figueroa derrochaba buen fútbol, el salteño Acosta estaba picante y convertía el primero, el payaso Bonfigli se los comía vivos a todos y realizaba el segundo gol. Por fin la defensa parecía segura. Hasta que terminó el primer tiempo.
En el segundo tiempo Acassuso fue a buscar el descuento y Almagro perdió la memoria completamente de lo que había hecho en la primera mitad y se pareció al equipo de la semana pasada frente al dragón. Todos los errores juntos, se tiró muy atrás y desde el banco no había respuestas o mejor dicho respuestas equivocadas.
El local llegó al descuentó a los siete minutos y desde allí hasta el empate siempre se jugó en el área de Pave, que evitó el triunfo de los de Nardozza en un par de jugadas.
Tal como la semana pasada en esta etapa se pareció al equipo de Straccia o al de Pereiro (hijo). Méndez no tuvo autoridad para sacar al equipo del fondo, no hubo una órden firme para salir de esa situación, realizó tres cambios inentendibles que influyeron en el resultado y además puso entre los titulares a Nahuel Irribarren. ¿Los cambios? Primer cambio: por fin Acosta estaba concretando, llegaba al fondo y hasta anotó un gol, Méndez lo sacó y lo puso a Juan Gómez que no la tocó. Segundo cambio: sacó al mejor jugador del 2011 a Martín Madrid por Mauricio Suigo que dejó desprotegido a Santa Cruz en la mitad de cancha y nunca fue salida ni contención. Tercer cambio: Murillo por Figueroa, vaya como vaya el partido, este cansado o no, Diego siempre tiene que estar en la cancha. No tiene que salir nunca. Habrá que explicarle a Méndez que ese muchacho con la diez en la espalda es el máximo ídolo del club con dos ascensos a primera y que es el sinónimo de esperanza para todos los tricolores.
El título de este comentario fue dedicado al número seis de Almagro, porque su rendimiento fue como el adjetivo lo describe, cómo lo había sido la semana pasada y no hace falta agregar más. Obviamente la responsabilidad es de quién lo pone entre los titulares con tan bajo nivel y da pena que no podamos ver en su lugar a jugadores nacidos en el Club como Maxi Salinas, Esteban Giambuzzi o Nico Arrechea. Mas allá que entre semana nos haya contado la dirigencia que la llegada de Irribarren no produce gasto y en caso de una venta el 50 % es para el club, creemos que siempre es mejor mostrar deportiva y económicamente a jugadores 100% de Almagro y no taparlos.