domingo, 3 de enero de 2016

DEL INFIERNO AL CIELO

El 2015 para Almagro será un año inolvidable.
Una vez más, renaciendo de las cenizas alcanzamos la gloria.
Será difícil para cualquier analista encontrar las palabras justas que definan este fenómeno.
El estadista machacará sobre esos veinte y pico (mejor ni recordarlo) sin ganar.
Todos los efectos colaterales que esos resultados generaron, debilitando deportiva e institucionalmente al Club, hoy son anécdotas.
Con la llegada de Fernando Ruiz "la magia sucedió". Una vez más, como con Alberto Pascutti y como con Carlos Mayor.
Esos resultados impactaron también en lo político.
Los opositores tuvieron que callarse y retractarse.
Los oficialistas sacaron pecho y se hicieron cargo del milagro dejando atrás las peleas internas y las renuncias que se concretaron y las que aún presentadas no se materializaron.
Llegó la paz para todos.
Los socios y los hinchas volvieron a la cancha y la coparon.
La redonda volvió a entrar en el arco del rival, haciendo historia con cada gol.
El gordo pareció flaco, el pelado rejuveneció 20 años, Lucas jugó como Lucas, Yaque (JR) sorprendió como Yaque el único, Franco mordió, Matías corrió y corrió, a Damián le salieron las que antes no, Chaves le ganó a su mala fama y fue crack, Ronconi fue hasta el fondo y tiró el centro perfecto, la defensa se convirtió en muralla, Holgado y Colombini demostraron lo que prometían y el arquero se puso unos guantes enormes que taparon el arco con destreza.
Los feos fueron lindos.
Las sombras fueron luz, la sequia dejó lugar a primavera.
El carácter del equipo se endureció y las últimas cuatro paradas demostró que era capaz de lograr el milagro.
Tan apabullante fuimos que la vergüenza de los vencidos devino en incidentes y enfrentándose con la policía: tanto en Villa Crespo, Caseros y Morón.
Todo eso ya es pasado, y el desafío ahora estará en demostrar si somos capaces de ocupar el nuevo escenario, mantener el nivel alcanzado, no desafinar, estar a la altura.
Lo institucional se ordenó, más aún de después de la última Asamblea en la que se aprobaron "como se pudo" tres balances sin documentación y llenos de polémica histórica que nos tenía trabados y afectando lo legal.
La Sede sigue alquilada, pero ahora hay un contrato firmado con grandes ventajas para Almagro y límites que impedirán pedir adelantos que nos desfinancien a futuro.
Lo económico se equilibró y ese es el mayor mérito a destacar.
Ese será  el más importante logro a mantener, sin alterarlo producto de alguna tentación que se presente en la vorágine que nos propone la nueva categoría.
El proyecto del Predio de Pontevedra, como así también la finalización de la gestión y apropiación de las tierras en la zona del Estadio ofrecen una proyección más que auspiciosa.
La multiplicación de nuevas disciplinas deportivas que se practican en el Club, invitan a pensar en una institución más social, inclusiva y con más deportistas representándonos y familias participando.
Sería saludable que este proceso continuara fortaleciendo a estas iniciativas e incentivando a que se siga ampliando la cantidad de actividades deportivas que Almagro pueda ofrecer.
Tal vez el punto más débil se encuentre en las Divisiones Inferiores, la materia pendiente de esta Comisión Directiva.
La desprolija salida de Diego Figueroa, las posteriores renuncias en el área, el acercamiento fallido con Yaque, la publicitada llegada de Tojo y su rápida y misteriosa salida.
Sin dudas será uno de los sectores que más se deberán ocupar, disponiendo para esa materia a dirigentes entendidos y comprometidos como sucede en otras áreas.
No obstante hay que tener en cuenta que el impulso del ascenso terminará influyendo positivamente en cada una de las acciones que se encaren.
El espíritu de los socios, hinchas y dirigentes tiene estos días un "Bonus Track", un extra, que bien utilizado será una ventaja facilitadora.
Solo será necesario acomodarnos a la nueva categoría, de la que sabemos no es nada fácil, con otra dinámica por los viajes y el tamaño de muchos de los rivales.
Serán seis meses deliciosos, de mucho trabajo y competencia, que habrá que aprovechar al máximo, ya que si Almagro logra un buen papel en lo futbolístico, nuestra institución crecerá.
Pronto desde este cielo, los recuerdos de nuestros días en el infierno, serán una anécdota.