jueves, 27 de septiembre de 2012

SE FORTALECE EL CORAZON

Los micros en fila tras la tribuna, como hormigas iban poblando las cercanías del Gabino Sosa, y cuando nos acrecábamos el cosquilleo en la panza iba aumentando, hasta transfortmarse en piel de gallina al escuchar los bombos, apurando el paso aún siendo temprano, y un poquito de palpitaciones por la emoción tricolor que altera el corazón a medida que te acercás a la cancha (13:48 del Lunes 24/09/12 - Rosario)

Dicen que viajando...
Es muy dificil describir cuales son los sentimientos que afloran cuando te encontras a cientos de kilómetros con aquellos que comparten tu pasión.
De repente se borran barreras de edad, de nivel social, geográficas, etc.
Una fuerza superior provoca que se imponga y gobierne un espíritu de identidad y pertenencia.
Así es que te sorprendés dándole un abrazo a alguien que en Buenos Aires quizás ni saludás, comentando una jugada con un pibe, una señora o un viejo.
En la popu visitante se pudo ver a gran parte de la CD, incluyendo al Presidente Juan Carlos Carinelli, a ex dirigentes, incluso de la gestión anterior como es el caso de Alberto Tenaglia (ex Secretario), a socios que asumirán cargos directivos en la asamblea del próximo domingo como Julián Romeo, a quien se lo vio rodeado de otros ex dirigentes de gestiones anteriores y familiares directos de personas que estuvieron vinculadas al futbol de Almagro, que hace tiempo no se los ve por el Club y también formaron parte de antiguas C.D.
Además estuvieron esos personajes deliciosos que divierten y animan la hinchada del tricolor, viviendo en paz, alegría y hasta con solidaridad como cuando uno de los hinchas sufrió una descompensación y rápidamente pudieron organizarse para asistiro y llevarlo a la ambulancia.
Es posible que alguno comente con cierta intencionalidad política estas líneas, pero de antemano queremos aclarar que el fin es reflejar con una mirada  "algo antropológica", lo que sentimos los que pudimos vivr juntos la tarde del pasado lunes.
El viaje a Rosario nos permitió a todos los hinchas de Almagro reencontrarnos con dos sensaciones que hacía años no compartíamos: alentar a nuestro equipo de visitante y teñir una tribuna de azul, blanco y negro lejos de casa.