jueves, 12 de marzo de 2015

"ACOSTUMBRARSE A NO GANAR" Y SUS EFECTOS

Un nuevo entrenamiento con vistas al partido del martes de visitante en Isidro Casanova, todo el esfuerzo del Cuerpo Técnico para tratar de motivar a un platel que no puede esconder su preocupación por la racha sin triunfos.
Luis Tonelotto pone gran parte de su fuerza de trabajo en lo emocional.
Se dice que "los equipo se acostumbran a no ganar" y eso parece suceder en Almagro.
Para peor esta situación trae aparejado efectos que vamos a detallar.

Esto es exactamente al revés que con la racha ganadora, consiguiendo triunfos inmerecidos, sobre el final, con goles de rebote o ayuditas de árbitros y ganando todo (Almagro lo vivió).
"Acostumbrarse a no ganar" te invita a ver la parte llena del vaso, aunque sea la menor, a tolerar el dolor y que no sea tan grave empatar de local, a que te resulte obvio que el mano a mano del delantero termine en la tribuna y no en la red.
Por ejemplo, si tras siete triunfos empatás de local con Urquiza seguramente nos vamos a ir de la cancha preocupados y lamentando el resultado.
Sin embargo tras el resultado del martes hay quienes destacan que por lo menos no se perdió, no nos convirtieron...
Hasta las buenas noticias causan efectos contradictorios: en el día de ayer la CD anunció que se le había "abonado al plantel el 40 % que restaba de una deuda de la gestión anterior y también el aguinaldo" .
Esta excelente noticia pasa desapercibida o hasta incluso repercute al contrario, generándole a la gente manifestaciones de bronca del tipo "y encima que están al día estos... " (ver redes sociales).
Las estadísticas que publicábamos solo los medios partidarios ya se universalizaron y cualquier amigo te pregunta: ¿Cuánto hace que no ganan?
Los medios partidarios sufrimos más la dicotomía entre el profesional y el hincha, y a algunos les salta más el segundo, y en nombre de la "verdad" pierden el equilibrio y hacen "figuras" como aquel relator de GELP que insulta a sus jugadores y a los rivales al aire, solo por nombrar un ejemplo y no dañar a nadie de los nuestros.
Son muchos los efectos derivados de esta racha, que amenaza siempre con engrandecerse, que nos abruma, nos alarma con su posible proyección, que nos acerca fantasmas, que nos estigmatiza, que nos mortifica...
Que desaparece solo con un triunfo.