martes, 8 de noviembre de 2011

LOS PIES SOBRE LA TIERRA

COLUMNA DE OPINION LIBRE
POR: SANTIAGO FIGUEREDO (PERIODISTA-RADIO BELGRANO)

El equipo nunca pudo consolidarse, más allá de contar con buenos jugadores. Almagro tiene muchos altibajos y casi nunca pudo armar el mismo equipo de un partido a otro.

En algunas ocasiones, ciertos jugadores han actuado en posiciones que no son ideales para su desempeño, aunque esto se debió a la falta de futbolistas para reemplazar a aquellos que originariamente eran titulares en su puesto. Almagro tiene un plantel corto, donde solo hay recambio en la mitad de la cancha, sobre todo en el sector central (Santa Cruz, Farías, Libramento).

Además, Figueroa es irremplazable –al igual que Lanaro- y tampoco hay suplente directo para Becerra. A pesar de algunas falencias colectivas, el equipo nunca fue abrumado por los rivales –a excepción del partido con Sarmiento- y cuenta con la aparición de juveniles destacados: Shunke es titular; Quiroz, Adrián Pérez, Espínola, Arrechea y Acuña pueden ser variantes interesantes para este momento de búsqueda de identidad, tras la llegada del experimentado entrenador Mario Finarolli.
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Respecto al momento intitucional creo que el club tuvo un cambio radical en la conducción.
Luego de muchos años, el oficialismo se derrumbó estrepitosamente por las últimas administraciones.
El socio dijo “basta” y confió su voto a una lista empujada por la Peña que jamás había tenido experiencia en el manejo del club.

Sin embargo, en pocos meses, la nueva Comisión Directiva lidió con innumerables problemas económicos heredados y trató de darle transparencia a la gestión. El primer paso está dado y ajustar los números fue un trabajo doloroso y angustiante. Sin embargo, el desafío para volver a ubicar a Almagro en un lugar de jerarquía debe ser guiado hacia dos direcciones: el crecimiento deportivo e institucional.

El camino será lento y muy áspero, sobre todo porque la CD todavía encuentra muchas trabas en su misión.

La experiencia solo se consigue gestionando y reposicionarse en AFA, sumar sponsor y contratar buenos jugadores serán parte de aquellos desafíos que la dirigencia necesita cumplir para poder prosperar.
Almagro no es un club de barrio, sino un club de fútbol.

No obstante, hay que ser conscientes del momento institucional y del pasado reciente.

Almagro todavía no está para dar el salto de categoría, como tampoco merece bajar al escalón inferior.

Hay que tener los pies sobre la tierra y continuar el proceso de saneamiento y reordenamiento administrativo, para luego crecer en lo corporativo.

A partir de allí, Almagro podrá ir en la búsqueda del lugar perdido en la B Nacional.