jueves, 20 de julio de 2017

PARA MUCHOS SERA IMPOSIBLE QUE SEA PERSONA NO GRATA * Por Juan Pablo Zumpano


Finalmente concluyó en un acuerdo la disputa judicial que existía entre El Club Almagro y el ídolo Diego Figueroa.
El texto dice "Las partes manifiestan que han arribado a un
acuerdo conciliatorio en los siguientes términos: la parte actora reajusta el monto de su reclamo en la suma de $350.000 (PESOS TRECIENTOS CINCUENTA MIL) imputables a indemnización manifestando que una vez percibida dicha suma nada más tendrá que reclamar de la relación laboral que en este caso los
uniera"
A pesar del acuerdo la Comisión Directiva difundió un comunicado en el que se informa que en el la próxima Asamblea será plateado de que Figuieroa sea considerado "persona no grata".
Desconozco si esto será un proyecto que se votará entre los socios o solo será una proclamación, pero desde ya adelanto mi posición en desacuerdo a esta decisión básicamente porque no aporta nada positivo.
Es comprensible el enojo de los dirigentes que tanto esfuerzo hacen para que la economía del club esté equilibrada y este gasto impacta en las arcas del club, pero no justifica que avance a esta instancia desagradable con un jugador que nos regaló tantas alegrías a los hinchas y tan identificado con nuestros colores para todos los que no son del Club.
Almagro cuenta en su pasado con otras experiencias de tratar expulsiones de socios y todos conocemos que estos procesos son desgastantes y no aportan demasiado.
Figueroa no fue el culpable del origen de esta situación, y nadie dispone de los elementos suficientes para juzgar las necesidades que motivaron recurrir al recurso legal para defender sus derechos.
Todo indicaba que si no se consensuaba la Justicia iba a terminar fallando en favor de Figueroa, por ello este acuerdo hay que celebrarlo.
Recordemos que el jugador había sido contratado por el Club como coordinador de las divisiones inferiores junto a Diego Trípodi en noviembre del 2013,  un mes antes de que se le realizara su partido homenaje del que participaron glorias del club.
Sin embargo al poco tiempo la relación laboral comenzó a deteriorarse, debido a la falta de pago de sus haberes.
Luego llegó el cambio de autoridades, y la gestión actual tuvo que afrontar el conflicto generado en la gestión anterior, hasta llegar a cerrarlo con este acuerdo logrado en la última audiencia antes del juicio.

Hoy parece ser momento de superar esta instancia y dejarla atrás, más que para seguir revolviendo la herida.
Para la dirigencia esta es también una oportunidad de seguir con la línea de sanear y engrandecer al club, tal como lo están haciendo en lo económico y en lo institucional, despojándose de lo pasional y guardando esta bronca en la cajita de los "sinsabores",  sin publicitarla para no salir en el diario con estas noticias y para que este tema no nos vuelva a doler a los que seguimos admirando a Diego Fiegeroa.