viernes, 11 de mayo de 2018

SIN PENA NI GLORIA

FOTO: LEI RAJTMAN
Sebastian Battaglia dirigió 7 partidos en Almagro.
Ganó 3, empató 2 y perdió 2, obteniendo 11 de los 21 puntos disputados lo que representa el 52.38 %, aunque seguramente será recordado por no haber logrado el ascenso dos veces en 4 días.
Como los “matrimonios arreglados” esta fue una relación  por conveniencia, que se generó ante una oportunidad y se diluyó cuando esta dejó de existir.
Fenómenos del futbol moderno, cosas raras, experimentos…
Hoy, “con el diario del lunes” como se dice, podríamos caer en el facilismo de criticar a la dirigencia por su elección, ahora con el fracaso consumado.
Debemos en cambio reconocer que la decisión fue audaz.
La salida de Alfredo Grelak forzó una búsqueda rápida y con proyección a Primera División.
La suma de pergaminos, su humildad, el impacto positivo Medios de comunicación, la proyección en Marketing y su impronta “ganadora” lo presentaron como valores indiscutibles.
Los puntos negativos como falta de experiencia y poco conocimiento de la categoría serían cubiertos por “Pancho” (José María) Martinez.
Todo cerraba, pero había que ascender, y eso no sucedió.
Hace 20 años el desenlace fue diferente.
En el 2000 apareció un "Battaglia" que se llamaba Armando Mario Usillos quien ocuparía un rol similar, cuando la Promoción nos sorprendió sin DT y le tocó debutar en las finales que nos pusieron en Primera.
Luego del ascenso dirigiría solo 10 partidos y se marcharía tímidamente, pero dejando en la estadística uno de los tres ascensos de nuestros 107 años de vida.
Así las cosas en el futbol de hoy, con Técnicos que dirigen un mes y según su suerte son recordados como héroes o villanos.