sábado, 10 de octubre de 2015

CERO GOL Y POCO FUTBOL

Almagro empató sin goles frente a Sportivo Italiano y sigue sin levantar el nivel de juego.
Después de un muy buen arranque que duró 25 minutos, se fue desinflando permitiéndole al local primero emparejar el partido y sobre el final a dominarlo. 
Un punto que permite alcanzar el objetivo inicial de los 50 puntos pero que licúa la alegría por la sobre expectativa que había generado el equipo tres fechas atrás, antes de perder con Morón y Fénix.


La sensación al llegar fue la de enfrentar a un equipo desesperado.
El público local transmitía esa tensión y los comentarios eran propios de aquellos que buscan un milagro.
Los gritos de Toresani, el DT de Italiano, en la arenga previa se escucharon desde la platea y la disposición técnica aparentaba ser súper ofensiva.
El desafío iba a ser si Almagro se podía aprovechar de esta situación desesperante por no descender que ofrecía el rival.
Y de entrada pareció que sí.
El tricolor saltó a la cancha enchufadísimo.
Holgado metiendo pausa y enganchando bien de 10, Quiroz y Ruquet mordiendo en el medio, Maxi desbordando, la defensa sólida en el medio y los marcadores de punta trepando cuando podían.
A los dos minutos lo tuvo Holgado de cabeza, hacia abajo, la pelota picó y un manotazo del arquero Acevedo y el travesaño hicieron que la pelota no entrara y se vaya al corner.
Cerca de lo 20 lo tuvo Altamirano, tras una combinación con Castano, pero la pelota se fue cerca del palo derecho.
Hasta allí fue claro dominio de Almagro.
El local reaccionó y logró emparejar el partido.
A los 25 avisó llegando  con un remate cruzado que salvó Gómez.
El Tano fue creciendo en el partido y logró otra llegada de Coria.
A los 35 fue amonestado Arrechea, en medio del griterío de hinchas que acusaban al árbitro Dóvalo de no mostrar autoridad ante faltas que supuestamente Almagro cometía.
De allí hasta el final del primer tiempo Italiano encontró mayor calidad y dominó el partido con buenos manejos ofensivos en los pies de Archubi y Riojano.
Almagro, en cambio empezó a mostrar falencias, mostrando un equipo "muy largo", con un Altamirano tan lento como inofensivo, un Ruiz Sosa desconocido como en los últimos partidos, y Holgado haciendo casi siempre una de más.
El segundo tiempo comenzó mejor para el local que llegó varias veces con peligro.
Ruiz puso en la cancha a Chaves y sacó a Castano, que hasta entonces había sido de los mejorcitos.
El equipo fue metiendo "la cola atrás" retrocediendo más de lo que quería Ruiz, que no paraba de gritar sobre la línea de cal.
Para peor a los 25 Nico Arrechea que volvía de una jugada de ataque, cometió una falta en la mitad de la cancha, lo que le significó la segunda amarilla y la roja para dejar al equipo con 10.
Siendo Ronconi el único defensor en el banco de suplentes , Ruiz decidió meter a Lillo para que jugara de central.
Si bien el experimentado cinco no desafinó de dos, algunos pensamos si no hubiera sido más lógico que Ruquet ocupara esa posición.
A los 30 salió Altamirano e ingresó Colombini, buscando imprimirle seguramente algo de velocidad en el ataque.
Ya Almagro aguantaba el partido, y quedaba mucho aún.
Ruiz Sosa saltó a cabecear disputando una pelota en mitad de cancha, y cayó mal, teniendo que pedir asistencia médica, saliendo de la cancha agarrándose la cabeza como muestra de dolor, dejando al equipo con 9 jugadores y sin cambios posibles.
Rengo como estaba, el 11 pasó a jugar de punta casi sin poder correr, pasando Colombini de volante y Holgado de 8.
Esto, sumando al improvisado Lillo como defensor, hacía del equipo un verdadero desorden que nos obligaba a pensar que lo mejor era que llegara el final.
Italiano iba a tener dos oportunidades más, una muy clara a los 38 que no fue gol de milagro, perdiéndose la pelota por la línea de fondo tras queda "viboreando" en el área chica.
Iba a quedar una para el tricolor, cuando de contra quedó mano a mano Matías Ruiz Sosa con el arquero adelantado entre la medialuna y la mitad de cancha.
Lamentablemente el jugador de Almagro estaba "en una pierna" y tras intentar superar al 1 tirándola por un lado y yendo a buscarla por otro, quedó frustrado por el arquero que de pecho interrumpió la jugada.
Hubiera sido un milagro, tal vez injusto para el partido pero soñado y con la sensación de recibir alguna exagerada compensación de los puntos que dejamos en Morón. Pero no fue.
Los cuatro minutos que adicionó el árbitro se consumieron con un Italiano buscando la heroica y el tricolor aguantando como podía.
Así llegó el final: con los dos equipos frustrados por el resultado.
Italiano pensando en ganarle a Español para seguir soñando con no descender y Almagro sin saber como festejar haber logrado el objetivo de alcanzar los 50 puntos, lo que era casi una utopía hace unos meses aunque hoy parezca poco, frente a la ilusión de clasificar al reducido.