sábado, 27 de marzo de 2010

TODO SIGUE IGUAL


Mucha expectativa se habia generado en torno a la convocatoria de anoche a la asamblea para la aprobación de la memoria y balances.
Desde meses atras, se planteaba que iba a ser un día clave para la historia de Almagro, porque era la oportunidad para el socio de participar y conocer en forma concreta cuan delicada es la situación institucional del club. Además desde sectores no vinculados con el oficialismo y con aspiraciones a presentarse en las próximas elecciones, se creía en la posibilidad de tratar a libro abierto estos balances y generar un debate. Esta documentación estuvo disponible para los socios del club 15 días antes de la asamblea y quienes pudieron analizar los números destacaban que algunas cuestiones no cerraraban o quedaban poco claras.
Por eso se planteaba como clave el poder tratar los balances a libro abierto para poder analizar estos puntos en "rojo".
Pero nada de esto sucedió anoche, una vez designadas las autoridades de la asamblea y los socios vitalicios, se pasó al punto sobre la aprobación de memorias y balances de los períodos 2007/2008. Hubo dos mociones, por un lado que estos documentos se aprueben a libro cerrado, que era la postura del oficialismo y por otro a libro abierto, la postura de la lista azul blanco y negro y de socios independientes.
Como anticipabamos anoche en Almagro100, tras una votación nonimal, pero que se dió en forma desprolija, ganó la moción de aprobar los balances a libro cerrado, por lo cual el oficialismo logró su objetivo y festejó la victoria como si hubiera ganado una elección.
Una vez más, se aprobó un balance a libro cerrado en el club, algo que ya se transformó en una costumbre desde hace varios años.
Parece no haber lugar en nuestro querido Almagro para un debate sano, que nos permita analizar donde estamos parados, con los números en la mesa, para de esta forma y con el escenario planteado, buscarle la vuelta para salir adelante.
Almagro es un club que perdió prestigio, no solo por lo futbolístico al estar en la tercera división del fútbol argentino, sino también por las desprolijidades a nivel institucional que llevaron al tricolor a esta situación.
Un club donde el poder lo tienen siempre los mismos, pero este poder no lo usan en beneficio de Almagro, solo lo muestran y no dan lugar al recambio, para que socios jóvenes o quienes no hayan participado en la política de Almagro, lleguen con ideas nuevas, con una bocanada de aire fresco que le de un poco de oxígeno a una institución que está en coma.
El panorama es desalentador, el ver que todo sigue igual, desmotiva tanto para que la gente vaya a la cancha como para que se asocie y mucho menos que participe de la vida política del club.